viernes, 13 de noviembre de 2015

Hechos para durar


   
   Os proponemos en esta nueva entrada una mirada atrás en el tiempo. Hasta los inicios de la revolucionaria imprenta de tipos móviles de nuestro amigo Gutenberg.

   Hoy en día podemos componer e imprimir cualquier texto tan solo a golpe de clic, pero en los comienzos de la imprenta la edición de un libro era un proceso artesanal que requería tiempo, mimo y cuidado, y al que queremos acercaros con este video que  muestra las distintas fases del proceso de impresión.

   La primera de ellas, la de composición (manual, por supuesto), en la que el “cajista”, delante de una especie de mesa inclinada, llevaba a cabo la elección y colocación de los tipos (letras, signos o espacios). En la fase  de casado e imposición se construía cada forma con sus reclamos, signaturas y numeración. Una forma contenía el conjunto de páginas compuestas que permitían imprimir un pliego por uno de sus lados. La fase de impresión comenzaba con la forma colocada sobre la imprenta donde se entintaba con la “bala”, un tampón de piel relleno de lana. Una vez entintada, se colocaba el pliego de papel y se accionaba la prensa, para terminar con el recorte, cosido y encuadernación del libro. 



   Como veis, un gran ejercicio de paciencia y minuciosidad para crear estas joyas de papel.  Un buen número de ellas, casi 8000 ejemplares, conforman el Fondo Antiguo de nuestra Biblioteca,  y han llegado hasta nosotros gracias al buen hacer de aquellos primeros impresores.

 

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